Comenzamos la aventura
Día 20 de Septiembre
Os dejé la última vez el día de mi partida a tierras sardas. Mi amiga Julia junto con su novio Álvaro vinieron a recogerme a mi casa para acompañarme a la estación de Sta. Justa que es de donde salía el Ave con dirección Madrid. Una vez allí empezaron a llegar el resto de compañeros de la EUITA : Julio, Gonzalo y Jose Antonio. También se presento una chica llamada Rocío que también venía a Sassari y a la que yo había conocida a través del foro de erasmusu.
De izquierda a derecha: Gonzalo, Jose Antonio, Julio, yo y Rocío.
Una vez en el Ave, los cuatro peritos agrícolas nos encaminamos al bar (no estuvimos ni media hora sentados) y nos pasamos el resto del viaje allí bebiendo cervezas y comiendo patatas y aceitunas.
Una vez en Atocha pretendíamos coger un cercanías y un metro pero nos informamos y un bus nos llevaba directamente a la terminal T1. Rocío conocía a 2 estudiantes más que estaban ya en Barajas, así que se puso en contacto con ellos y nos encaminamos a donde se encontraban, allí conocimos a Andrea y Antonio ( una medio Sevilla medio cordobesa y a un nuevo sevillano). Mientras facturamos conocimos a Joana , una mallorquina, con la que yo ya había hablado a través de Facebook. Esperando a que llegase la hora de pasar los controles para después embarcar conocimos a Bea (Beyta como le gusta que le digan =P) una nueva cordobesa que se apuntaba que además era ya amiga de Andrea. Ya éramos 9, según los papeles ese día íbamos en el vuelo 11 erasmus españoles, por lo tanto aún faltaban 2. Sabíamos que faltaba Sonia (una chica sevillana) y otra persona más, pero no teníamos noticias de ellos. Una vez en la cola para embarcar Sonia me llamó y apareció donde nos encontrábamos nosotros (los 9 haciendo una sentada delante de la puerta C-36, se notaba de lejos que éramos Erasmus). Éramos 10, aún faltaba 1. Al rato apareció la última en discordia, Julieth , una chica de Castallón. Ya estábamos el grupo completo, ya éramos 11.
En el viaje en avión hubo de todo en nuestro grupo de 11 erasmus, los hubo que se durmieron tanto todo el viaje en avión como un ratito, otros escucharon música y otros nos pasamos todo el viaje hablando.
El avión aterrizo a su hora prevista, ya estábamos en Alghero. Después de coger las maletas teníamos que encontrar primero donde se compraban los tickets (cosa que encontramos pronto pero que nos costó una eternidad ya que sea por lo que fuere de vez en cuando no aceptaba monedas de 2 € y el autobús costaba 4€) y donde se cogía el autobús. Preguntando por la parada del autobús nos encontramos con unos erasmus que habían estado el año anterior en Sassari, y que venían a hacer examenes de la convocatoria de Septiembre, y la verdad que nos desilusionaron un poco, en cuanto a clima y ambiente fiestero. A todo esto, mi móvil español no daba muestra de enterarse que había cambiado de país, o aparecía que no había red disponible o sólo llamada de emergencia.
El autobús llego a la última parada, y ahí era donde nos teníamos que bajar y esperar a que estuvieran los de la ESN Sassari para ayudarnos a encontrar el hotel. Era el momento que todos temíamos, esperábamos que no nos dejaran tirados porque ninguno teníamos mapa con lo cuál iba a ser un poco difícil encontrar nuestro hotel. Pero nuestros temores se disiparon en cuanto aparecieron un grupo de coches con italianos hablando una mezcla de italiano-español. Ellos nos dividieron por grupo según íbamos a un hotel u otro. 8 iban al hotel Marini 2 (conocido por nosotros y nuestras bromas Marina D’or) mientras que 3 (Joana, Sonia y yo) íbamos al B&B (Bed ande Breakfast) Sandalia.
En B&B Sandalia nos recibió Maurizio y explicó que había 2 habitaciones, una doble y una individual, nos daba igual así que al final decidimos que Sonia y yo dormiríamos en la habitación doble y Joana en la individual. Yo mientras ocurría todo esto, apagaba y encendía continuamente el móvil para ver si pillaba red italiana pero no había manera. Así que para tranquilizar a mis padres le pedí a Sonia que me dejara su móvil para mandar un sms.
Mi habitación del B&B Sandalia
Día 21 de Septiembre
A la mañana siguiente volví a encender el móvil y por fortuna pilló red italiana ¡Ya era hora! Habíamos quedado todos (los 11) a las 11 en la puerta de la asociación para que nos informaran del papeleo. Sólo abrían dos horas de 10:30 a 12:30 ( llevo aquí pocos días y nos estamos dando cuenta que los italianos no trabajan nada, los comercios a la 1 están ya cerrados y hasta las 5 no abren) y cuando vieron 11 personas entrando de golpe pusieron hasta cara de susto. Una vez allí hicimos las fotocopias correspondientes y empezamos a entregar papeles. Estábamos esperando para que nos dieran un papel que tienen que rellenar cada profesor cada vez que hacemos un examen y una papel para poder tener la posibilidad de tener el carnet de la Mensa, el comedor universitario, cuándo dijeron mi nombre y me preguntaron que si yo me había inscrito en la universidad… mi cara tuvo que ser un poema…yo dije que claro que sí y el que me lo había preguntado volvió a entrar a la oficina para seguir buscando. Todos tenían ya sus papeles menos Julio y yo, y yo temía que no encontrasen mi inscripción. Pero por fortuna dijeron mi nombre y entré en la oficina, pregunte que si habían encontrado mi inscripción y no la habían encontrado, pero aún así me iban a rellenar todo.
Cuando uno terminaba de hacer el papeleo se iba a otro despacho y allí te ayudaban a buscar piso. Nosotros en un principio éramos 3: Julio, Jose Antonio y yo, ya que Gonzalo ya tenía piso. Así que nos juntamos con Julieth, por lo tanto a buscar piso para 4. Después de que hicieran una llamada teníamos una cita con una casera a las 18:30 en el piso.
Después de esto nos dirigimos a la Mensa para sacarnos el carnet, peo nos habían indicado la Mensa actual, no la antigua que era donde te hacían el carnet, por lo tanto no pudimos hacer nada. Eso sí, vimos nuestra facultad por fuera.
Los 11 habíamos quedado a las 14:30 en Piazza D’Italia para buscar un sitio para comer, y comimos todos juntos pizzetes (pizzas enrolladas) en una calle que partía de la plaza.
Después de la comida, un grupo que ya había estado viendo pisos se dirigieron a la facultad de letras a pillar más teléfonos, el resto nos fuimos a un parque a estar tirados en el césped (por cierto, los italianos nos miraban con extrañeza) mientras esperábamos a que abriera Vodafone para poder comprar tanto móviles como tarjetas. Sobre las 17:00 nos encontramos los 11 de nuevo delante de la puerta de Vodafone y allí que entramos todos, la dependiente puso cara de susto (creo que todos se asustaban al ver un grupo tan numeroso) y nos explicó como pudo las tarifas y por cuánto nos salía el móvil y la tarjeta prepago. De los 11, 9 salimos con móvil y tarjeta o tarjeta sólo.
A las 18:00 Julio, Jose Antonio, Julieth y yo habíamos quedado con Matteo (uno de la asociación) para que nos acompañase a ver el piso. El piso que vimos estaba en la Via Tempio, una perpendicular a Via Roma (la calle principal de Sassari), tenía 4 habitaciones muy amplias con cama, escritorio, estanterías y armario cada una; la cocina también era grande tenía hasta una especie de mesa de camilla, tele, había 2 neveras, lavadora,.. el piso nos encantó pero nos pedían 2 meses de “caparra” (fianza) y además teníamos que dar de alta la luz, por lo que el primer desembolso sería de más de 700 €, cosa que nos iba a doler un poco en el bolsillo. Quedamos con la casera que al día siguiente nos pondríamos en contacto con ella, que nos lo íbamos a pensar.
El resto de la tarde fue de ir a un sitio en otro encontrándonos con nosotros mismos (los 11) y también nos dio tiempo a compramos cosas para cenar (unos sándwiches). Estar todo el día recorriéndonos Sassari entera fue un palizón. En un principio queríamos salir por la noche, pero los que se encontraban en el Hotel Marini 2 para llegar al centro tardan 35 minutos andando y entre lo cansados que estábamos y todo decidimos no salir.
Día 22 de Septiembre
Quedamos los 4 del piso (Julieth, Julio, Jose Antonio y yo) con la idea de decir que si al piso, ya que esa noche era la última que podíamos pasar en el hotel y nos veíamos en la calle.
Yo llegué primera y me dispuse a hablar con Matteo para decirle que si aceptábamos el piso, pero antes de decirle que si me dijo que no lo aceptáramos, que era muy caro y que además teníamos que dar de alta la luz y se había informado y costaba un pastón. Estábamos donde el principio, sin piso. Entonces Gonzalo se acordó que llevábamos apuntados algunos números de teléfonos que nos habían dado gente de la EUITA. A los 5 minutos ya teníamos cita para ver un piso. Pero había un problema, era de 5, y nosotros éramos 4. El piso nos encantó desde el primer momento, las habitaciones eran gigantes, tenían armarios, mesas de escritorio, estanterías, mesita de noche, un cuarto de baño y un aseo, la cocina tenía sitio para una mesa, y además sólo nos pedía un mes de “caparra”. Así que dijimos que sí. Quedamos con el casero al día siguiente a las 6 para pagarle y para instalarnos en el piso. Aún nos faltaba un compañero.
Fue una liberación al día siguiente no íbamos a dormir en la calle teníamos piso. De los 11, 8 teníamos piso ( nosotros 4; Beyta, Andrea y Antonio en otro de 5 con dos más que aún no habían llegado a Sassari, y Gonzalo que iba a un piso de la Universidad de Agraria), aún faltaban 3 por ubicar (Rocío, Joana y Sonia).
Los 8 nos fuimos a comer a una pizzería (sí otra vez pizza) en la que una porción gigante de pizza costaba 2€. Después de esto, nos fuimos al parque a descansar un rato, haciendo tiempo para ver si las otras encontraban piso. Sobre las 4 les llamamos y aún seguían buscando, por lo que decidimos ir al hotel Marini 2 a descansar un rato y a conectarnos a Internet. El camino ese yo no lo había hecho aún ya que ese no era mi hotel , a las 4 de la tarde con la caló en pleno apogeo y subiendo cuestas tardamos más de 35 minutos. Luego en el hotel pues unos se fueron a dormir y otros a conectarse a Internet, yo me fui a la habitación de Beyta y de Andrea y me dejaron utilizar el portátil. Sobre las 7 las tres que no habían encontrado aún piso nos llamaron que ya lo tenían que estaban con la casera y que iban a entregarles las llaves, que después vendrían al hotel a conectarse un rato y que ya después Sonia, Joana y yo nos iríamos al hotel a ducharnos. Cuando nos pusimos de acuerdo sobre que había que comprar los “4 peritos” nos encaminamos al supermercado más cercano al hotel. Eran las 9 menos algo y ya estaba todo cerrado. Encontramos una pizzería (sí, otra vez) y compramos 5 pizzas para cenar. Cenamos en la habitación del hotel de Rocío y Julieth. Y en cuánto terminamos Joana, Sonia y yo nos fuimos a coger el autobús para volver al Sandalia.
Ellas al subir al hotel habían comprado una tarjeta que sólo valían 90 minutos e íbamos con el tiempo justito. El tiempo pasaba y el autobús no pasaba y ya el tiempo de la tarjeta se había agotado. Mientras tanto en un movimiento hacia atrás metí el pie izquierdo en un agujero, quedándose atrapado durante unos segundos en que creí que el pie no salía vivo de allí. Cuando lo saqué tenía la sandalia rota por la suela y el pie negro de vete tu a saber que…
Cuando nos disponíamos a abandonar y a ir a pie hasta nuestro hotel llegó el autobús, hicimos como que picamos (salió una luz roja por lo que no habíamos picado). Y nos pusimos a observar a los italianos que se montaban en el bus. Ninguno picaba y lo peor es que al conductor no lo importaba.
Al llegar al hotel nos duchamos y llamamos a los otros para quedar en la Piazza D´Italia. Al llegar allí sólo había Erasmus, y el 95% españoles, el 5% restante eran 2 erasmus alemanes y los italianos que eran miembros de la ESN. Esa noche fue de presentaciones porque no habiamos salido aún ningún dia y no conocíamos a nadie. En la Piazza D´Italia permiten hacer botellón y eso es lo que hacemos jejee.
Día 23 de Septiembre
Día de abandonar el B&B Sandalia. Sobre las 11 le dejamos las llaves a Maurizio y bajamos las maletas a la calle. Allí nos esperaban Rocío y Giuglio (un italiano de Sassari que el año pasado estuvo haciendo la Erasmus en Sevilla) con un coche para meter las maletas. Llevamos la maletas al piso de Sonia, Joana y Rocío (las mías también puesto que hasta las 6 no podía instalarme en mi piso). Subir un 5º con tantas maletas no fue demasiado problema para lo que vendría más tarde.
Una vez que dejamos las maletas en su piso la casera les explico todos los términos de su contrato y todas las cosas que necesitaban saber del piso. De allí, Giuglio nos llevó en coche hasta la ESN donde nos esperaban los demás.
Allí nos hicimos el carnet de la ESN que cuesta 5€ y nos sirve para descuentos en diferentes establecimientos y para el “Evento Nazionale” (este año se celebrará o bien en Nápoles o en Catania).
Después fuimos a Vodafone para que Julio se comprara el móvil , ya que él no se lo había comprado antes. De allí nos fuimos a la Mensa, no para sacarnos el carnet ya que por la hora ya estaba cerrado pero sí para comer. Si tienes carnet la comida cuesta 3,06€ y sin carnet 5€. Hay bastante para elegir, de primero había o bien lechuga o bien zanahoria. De segundo había diferentes tipos de carne y de “tercero” pasta de tres maneras diferentes, aparte estaba la fruta y algunos yogures, y de beber te daban agua.
Cuando terminamos de comer nos fuimos al piso de Sonia, Joana y Rocio, allí estuvimos descansando haciendo tiempo para que llegaran las 6 para instalarnos en el piso.
Sobre las 5 (después de que Julio nos despertara) cogimos mis maletas y bajamos los 5 pisos, Jose Antonio y Julio me ayudaron con las maletas y fuimos a Via 4 Novembre al piso de Andrea, Antonio, Beyta y de Álvaro (que había llegado el día anterior) para recoger las maletas de Julieth, Julio y Jose Antonio. Una vez que teníamos todos las maletas pusimos dirección Viale Umberto, a nuestro piso. El camino fue un poco difícil yo cargando con 3 maletas por las calles con cuestas de Sassari.
Cuando llegamos al piso el casero nos abrió y entramos y vimos que el piso lo había mejorado poniendo más muebles, las cortinas,… Nos estuvo explicando en italiano como pudo el funcionamiento del termo y del gas. Matteo (el de la asociación) llegó más tarde para poder traducirnos los términos del contrato y para poder explicarle que aún nos faltaba un compañero/a.
Una vez instalamos nos fuimos a hacer la compra al supermercado Ekom que se encuentra a 50 m de nuestro piso no sin antes hacernos una foto delante de nuestro piso
Después de la compra cada uno se metió en la habitación que había elegido (al final no hubo sorteo) para deshacer las maletas.
Nos duchamos por primera vez en nuestro piso e hicimos la primera cena: ensalada con lechuga, tomate, cebolla y taquitos de jamón y salchichas.
A las 11 habíamos quedado todos en Piazza D´Italia todos. Allí hicimos botellón y conocimos a más españoles y nos recordaron los nombres de los que habíamos conocido el día anterior (los murcianos, los de Castellón,..). De allí nos fuimos a Republik, un bar donde van los erasmus y los de la asociación ESN. Esa fue la primera noche de fiesta.
De izquierda a derecha: Sonia, Beyta, Rocio, Andrea, Julieth, Joana y yo.
Alaaa!!ya estás de aventuras ehh, te lo dije q empezaba todo desde el primer momento jejeje.
ResponderEliminarMe alegro de que fuese tdo tan bien, siempre ocn gente ynunca sola y encontrases piso tan pronto!
sigue disfrutando mucho!
besitos, Julia
Se me olvidó decirte hermanita lo del bus, en Roma era igual, hay que comprar por si acaso lo equivalente a aquí el bonobus, pero nadie nunca pica, es por si acaso pasa el revisor (que nunca pasa) así que incluso si no lo tienes no pasa nada. jajajja así te ahorras algo, qué diferencia con respecto a España..que pasas por el lado del conductor..
ResponderEliminarse nota que eres mi hermana,metiendo el pie donde no debes jajajaj como yo en mi primer día que me cargué mis shorts!
disfrutaaaa muchooo! y sigue actualizandoo